Un día hace un siglo o dos, quería quedarme a dormir con todo mi grupo de amigos y amigas en la casa sola que frecuentábamos, había que pedirles permiso a mis papás y estando en dicha vivienda, tome un caballito de tequila para agarrar valor para pedir aprobación para pasar la noche ahí, hoy recuerdo como si hubiera sido ayer, esa tarde hace 17 años... en casa de Héctor.