"Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa porque sus palabras no ensartaron relámpagos...
...y tu, mi padre allí en tu triste apogeo, maldíceme, bendíceme ahora que imploro con la vehemencia de tus lagrimas, no entres dócilmente en esa noche quieta"
...y tu, mi padre allí en tu triste apogeo, maldíceme, bendíceme ahora que imploro con la vehemencia de tus lagrimas, no entres dócilmente en esa noche quieta"